Los machos están listos para aparearse cuando están cerca de los 6 años de edad. Sin embargo, esta fecha puede prolongarse debido a que antes tienen que demostrar su fortaleza en una pelea para ganar ese derecho. Por lo general nunca lo hacen antes de los 10 años.
Las hembras están listas para aparearse cerca de los 4 años de edad. Los machos degustarán sus orinas para identificar el momento, ahí se encuentran unas hormonas que indican cuándo están en celo.
Los rituales de cortejo implican el roce suave de los cuellos.
Mientras que las jirafas no tienen una época de apareamiento definida, por lo general lo realizarán durante la temporada de lluvias. Esto se debe a que es cuando están menos estresadas y porque hay mayor cantidad de comida para consumir. Cuando los suministros de alimentos son muy bajos tienen que pelear por su supervivencia y hay menos propensión a participar en la reproducción. Además las hembras sólo se aparearán cuando sus necesidades estén satisfechas.
En cautiverio tienen más probabilidades de reproducirse durante todo el año porque siempre tienen alimentos y agua disponible. Esta es una manera de tratar de aumentar su número, pero generalmente no se encuentran en cautividad para tal fin.
Se cree que varias especies de jirafas han sido capaces de aparearse entre sí y tener crías en cautividad, esto no ocurre en la naturaleza debido a las diferentes ubicaciones geográficas.
El periodo de gestación es de aproximadamente 15 meses después de la concepción. La mayoría de las veces sólo se concibe uno, aunque también ha habido informes de gemelos.
La madre permanece de pie en el parto, por lo que la cría cae varios pies hacia la tierra. Por suerte nacen en un saco protector que les impide alguna afectación.
Las crías miden alrededor de 6 pies de altura al nacer y pesan aproximadamente 150 libras. Pueden crecer cerca de 4 pies durante el primer año de vida. Sorprendentemente, aprenden a caminar en un par de horas aunque se cansan muy rápido.
La leche de la madre es muy nutritiva y los terneros la beben durante el primer año de vida. Cerca de los dos meses de edad también se alimentan de hierbas y hojas.
Por cerca de dos semanas los terneros descansarán tanto como sea posible y estarán protegidos por sus madres. Sólo el 25% de los jóvenes llegan a la edad adulta. Esto se debe principalmente a los depredadores que están expuestos en su infancia.
En cautiverio son una gran atracción para los visitantes. Sin embargo, en la naturaleza son una amenaza para todo el rebaño, ya que atraerá a más depredadores al grupo de lo normal.